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INTRODUCCIÓN

Encontrado en las excavaciones de un pozo de agua en Izoria por el párroco Félix Murga hace ya varios años, este pez, actualmente en estudio por investigadores de la Universidad del Pais Vasco (Leioa) y de la Universidad Autónoma de Madrid, constituye una pieza clave en la evolución de los peces teleósteos modernos en un momento de cambio medioambiental en el mar que cubría gran parte de la península ibérica durante el Cenomaniense medio, hace unos 95 millones de años.

 

CONTEXTO GEOLÓGICO: LAS ROCAS SEDIMENTARIAS CRETÁCICAS DE AIARA

El Valle de Aiara, así como los municipios colindantes, y a mayor escala, la mayor parte de la superficie de Euskal Herria, norte de Burgos y Cantabria, está constituída por rocas sedimentarias de edad Cretácica, formadas principalmente en un medio marino entre hace 145 y 65 millones de años (Ma); en esta última fecha ocurrió uno de los acontecimientos geológicos de mayor trascendencia: el impacto del meteorito que hizo que gran parte de los seres vivos de aquel momento se extinguieran, como los dinosaurios. El periodo Cretácico se divide a su vez en varias franjas de tiempo cuyos límites suelen estar marcados por cambios ocurridos en distintos seres vivos, los cuales fueron registrados en los sedimentos.

La carretera que viene desde Astobiza y se dirige hacia Artziniega recorre una zona de suaves relieves formada en rocas más erosionables: las margas del Cenomaniense inferior y medio (95 Ma) donde se encontró el pez fósil de Izoria. Esta zona de valle propiamente dicho está delimitada al norte por montes areniscosos del Albiense superior (100 Ma), como el Indubaltza y el Pagonabarra y al sur por las crestas calizas del Eskorieta, el Peregaña y el Zaballa, cuyos materiales son del Cenomaniense superior (94 Ma). Más al sur, se localiza la cresta de Sierra Salvada formada por calizas del Coniaciense (85 Ma). Así, el Valle de Aiara presenta sus rocas más antiguas al norte y más modernas al sur, configurando una sucesión de rocas sedimentarias formada durante más de 15 millones de años (Ma).

 

CAMBIOS AMBIENTALES EN EL MAR CRETÁCICO

Durante el Albiense superior (hace entre 106 y 99,5 Ma) un gran medio deltaico ocupaba lo que hoy es el Valle de Aiara, siendo su extensión máxima desde el oeste de Cantabria hasta el sur de Araba y Navarra. El clima entonces era cálido y húmedo, con grandes ríos, provenientes del sur de Araba y norte de Burgos, que descargaban enormes cantidades de arena y fango ricos en materia orgánica vegetal. Este medio sedimentario costero abandona nuestra geografía debido a una subida rápida del nivel del mar que ocurrió hacia el comienzo del Cenomaniense (99,5 Ma). De esta manera, los ríos retroceden hacia el sur, restringiéndose aproximadamente a la parte norte de la Sierra de la Demanda y zonas del norte de lo que hoy es Castilla. Así, en el Valle de Aiara se pasó de un medio costero de poca profundidad de aguas a un medio marino abierto con profundidades entre 100 y 200 m, en un contexto de Transgresión, es decir, avance del mar sobre el continente. Unido a este cambio ambiental muchos grupos de seres vivos se extinguen y dejan paso a otros nuevos. Estos cambios suceden también en otros lugares de Europa y África, por lo que podemos considerar que tienen una importancia global.

Así, en Euskal Herria, durante la transgresión del Albiense al Cenomaniense, se extinguen, por ejemplo, varias familias de ammonites, cefalópodos de concha enrollada externa abundantes en los mares cretácicos, aparece una nueva familia de ellos que tendrá un gran éxito evolutivo durante el Cenomaniense.

 

EL PEZ FÓSIL DE IZORIA

Del tamaño aproximado de un txitxarro grande este pez presenta un cuerpo estilizado, bases de aletas vigorosas, y dentición afilada, lo que indica que fue un predador activo y buen nadador. Su aparición en el Cenomaniense medio (95 Ma) está ligada a la Transgresión marina que hizo llegar la línea de costa hasta aproximadamente lo que hoy es Soria. Esta transgresión permitió el desarrollo de grandes extensiones marinas de menos de 200 m de profundidad y fue el factor condicionante que hizo que las faunas de peces primitivos fueran reemplazadas por otras mejor adaptadas al nuevo medio. Así, el pez fósil de Izoria representa al grupo de peces que constituyeron la base del éxito evolutivo de los teleósteos del Cretácico final y Terciario, y dieron lugar a los peces teleósteos actuales.

Esta pequeña nota es un avance de los estudios actualmente en curso que ofrecerán más detalles sobre los cambios ambientales durante la Transgresión del Albiense al Cenomaniense y sobre la clasificación de este pez, el cual corresponde a la familia Pachyrhizodontidae. 

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Dr. Mikel A. Lopez-Horgue
Dpt. de Estratigrafía y Paleontología
Facultad de Ciencia y Tecnología
Euskal Herriko Unibertsitatea / Universidad del País Vasco
Sarriena s/n
48940 Leioa (Bizkaia)

 

Dr. Francisco Poyato-Ariza
Unidad de Paleontología
Universidad Autónoma
Cantoblanco, Madrid